LA ENFERMEDAD DE HUNTER

La enfermedad de Hunter, también llamada mucopolisacaridosis tipo II (MPS II), es una enfermedad causada por niveles insuficientes de la enzima lisosomal iduronato-2-sulfatasa. La iduronato-2-sulfatasa funciona para catabolizar los glicosaminoglicanos (GAGs) dermatán sulfato y heparán sulfato por escisión de los grupos sulfatos ligados a los oligosacáridos. Debido a la falta o a la deficiencia de la enzima iduronato-2-sulfatasa (I2S) en los pacientes con enfermedad de Hunter, los GAGs se acumulan progresivamente en las células, lo que da lugar a almacenamiento celular, organomegalias, destrucción de tejidos y disfunción de sistemas orgánicos1.

Por lo tanto, la enfermedad de Hunter es una MPS, que pertenece al grupo de las enfermedades de depósito lisosomal (EDL)2.

Es una enfermedad hereditaria recesiva ligada al cromosoma X, que afecta a 1 de cada 49.000-526.000 recién nacidos vivos varones3.

Aunque está ligado al cromosoma X, también ha sido bien documentado en un pequeño número de mujeres4.

Fenotipo de la enfermedad de Hunter

Signos y síntomas de la enfermedad de Hunter

Los signos y síntomas de la enfermedad de Hunter son principalmente el resultado de la acumulación de GAGs dentro de los tejidos y órganos4. Los más frecuentes de aparición más precoz (entre 2-5 años) son3:

  • Síntomas otorrinolaringológicos (ORL): otitis recurrentes, pérdida de audición, hipertrofia de amígdalas y adenoides, apneas del sueño y obstrucción nasal.
  • Rasgos faciales: facies tosca (nariz ancha con engrosamiento de las alas nasales, labios gruesos, apariencia pletórica con mejillas sonrosadas, cejas muy pobladas que se juntan en la línea media (sinofridia), hipertricosis con pelo recio y áspero, hipertrofia gingival) y macroglosia.
  • Macrocefalia
  • Hepatoesplenomegalia
  • Hernias: umbilical e inguinal.
  • Síntomas neurológicos: estancamiento y/o regresión de capacidades cognitivas, alteraciones de conducta (hiperactividad, agresividad), perdida de la motricidad fina y alteraciones de la marcha.
  • Crecimiento acelerado hasta los 4 años.
  • Manifestaciones osteoarticulares: disostosis múltiple que puede ocasionar, entre otras manifestaciones, rigidez articular, manos en garra y cifoescoliosis.

La enfermedad se clasifica clásicamente en forma grave y forma atenuada, siendo mayor la gravedad cuanto más precoz es la presentación de manifestaciones clínicas. Sin embargo, se trata de una enfermedad con presentaciones intermedias muy variables3.

Considerados de forma aislada, estos signos y síntomas pueden pasar desapercibidos como dolencias habituales en la edad pediátrica5.

Diagnóstico de la Enfermedad de Hunter

Para poder realizar un diagnóstico adecuado hay que tener en cuenta los antecedentes familiares y personales, entre otras cosas3.

  • Antecedentes familiares: árbol genealógico hasta 3 generaciones con especial atención a los varones por vía materna.
  • Antecedentes personales: infecciones respiratorias recidivantes, especialmente ruidos respiratorios frecuentes, bronquitis repetidas u otitis repetidas; hernia umbilical o inguinal; disminución progresiva de la movilidad de los miembros; hepatomegalia o esplenomegalia; fallo de medro; desarrollo psicomotor.

Una vez el médico tiene una sospecha sobre la enfermedad basada en los síntomas, los expertos consideran que se debe derivar a médicos especialistas en Hunter para su diagnóstico definitivo y posterior tratamiento y seguimiento3.

El proceso diagnóstico incluye:

  • Examen complementario de medición de excreción urinaria de GAGs: La presencia de exceso de dermatán sulfato y heparán sulfato en la orina es evidencia de que MPS I (mucopolisacaridosis I - síndrome de Hurler-Schie), MPS II o MPS VII (mucopolisacaridosis VII - Síndrome de Sly) pueden estar presentes4.
  • Análisis de la actividad enzimática: puede utilizarse como método de cribado la determinación en gotas de sangre seca, aunque posteriormente tendrá que ser confirmada la ausencia o baja actividad de I2S en leucocitos o fibroblastos3. Esto confirmaría el diagnóstico siempre que se mida otra sulfatasa y tenga actividad normal, lo que descartaría una deficiencia múltiple de sulfatasa4.
  • Estudio genético2: muy importante para el asesoramiento genético y debe realizarse siempre tras el diagnóstico enzimático. La identificación de la mutación patógena en el gen IDS permite el cribado de la enfermedad en otros individuos de la familia en riesgo. Al tratarse de una enfermedad genética ligada al cromosoma X, algunas mujeres de la familia podrían ser portadoras del gen mutado3.

El diagnóstico prenatal y el diagnóstico genético preimplantatorio, además de la ovodonación, son opciones reproductivas a considerar en estos casos con alto riesgo3.

Hay que tener en cuenta que el diagnóstico de la forma grave se realiza entre los 18 meses y los 4 años de edad. Sin embargo, en la mayoría de los pacientes con forma atenuada el diagnostico se realiza entre los 4 y 8 años3.

Vivir con la enfermedad

El seguimiento de la enfermedad de Hunter puede requerir de distintos especialistas como pediatras, médicos genetistas, neuropediatras, otorrinolaringólogos, médicos de familia, reumatólogos, oftalmólogos, dermatólogos, cirujanos, otros especialistas ortopédicos, neumólogos y cardiólogos3.

Como la enfermedad de Hunter es una enfermedad progresiva, el tratamiento precoz podría ser más eficaz y se recomienda iniciarlo tan pronto como sea posible3.

El tratamiento multidisciplinar de soporte sigue siendo muy importante para asegurar al paciente la mejor calidad de vida posible3.

Además, la mejora de los procesos diagnósticos y terapéuticos en las MPS ha hecho que una proporción cada vez mayor de pacientes alcancen la vida adulta y requieran de una adecuada transición desde la atención pediátrica para que el paciente reciba una atención sanitaria adecuada a su desarrollo6.

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Acrónimos:

EDL: Enfermedad de Depósito Lisosomal MPS II: Enfermedad de Hunter
GAGs: Glicosaminoglicanos
I2S: Iduronato-2-sulfatasa
IDS: Gen iduronato-2-sulfatasa
MPS: Mucopolisacaridosis

Referencias:

  • 1. Asociación MPS-LISOSOMALES España. MPS-MPS II - Síndrome de HUNTER: http://www.mpsesp.org/portal1/h_item-detail_minisite.php?contentid=906 Último acceso agosto 2022
  • 2. Mohamed S, He QQ, Singh AA, Ferro V. Mucopolysaccharidosis type II (Hunter syndrome): Clinical and biochemical aspects of the disease and approaches to its diagnosis and treatment. Adv Carbohydr Chem Biochem. 2020;77:71-117.
  • 3. Guillén-Navarro E, Blasco AJ, Gutierrez-Solana LG, Couce ML, Cancho-Candela R, Lázaro P. Clinical practice guideline for the management of Hunter syndrome. Medicina Clinica. 2013 Nov 16;141(10).
  • 4. Martin R, Beck M, Eng C, Giugliani R, Harmatz P, Muñoz V, Muenzer J. Recognition and diagnosis of mucopolysaccharidosis II (Hunter syndrome). Pediatrics. 2008 Feb;121(2):e377-86
  • 5. Burton BK, Giugliani R. Diagnosing Hunter syndrome in pediatric practice: practical considerations and common pitfalls. Eur J Pediatr. 2012 Apr;171(4):631-9.
  • 6. Couce ML, del Toro M, García-Jiménez MC, Gutierrez-Solana L, Hermida-Ameijeiras, López-Rodríguez M, et al. Transición desde la asistencia pediátrica a la adulta en pacientes con mucopolisacaridosis. Revista Clinica Espanola. 2018 Jan 1;218(1):17–21

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